10 jun 2010

Rumbo al sur


¿Podrá el país más rico del continente más pobre del mundo estar a la altura de un evento de talla mundial como este? Sinceramente, par mí, la respuesta es no. No es por racismo, pero me parece que tendrían cosas mejores que hacer que gastarse el dinero en albergar un mundial de fútbol. La construcción de los estadios ha desviado un montón de pasta. La conclusión es que la FIFA ha decidido, en un primer plano, conceder a Sudáfrica el "lujo" de organizar un mundial, por pura apariencia, por puro "compromiso". Algo parecido ha ocurrido con los Juegos Olímpicos de 2016, que los va a organizar una de las ciudades con más rango de criminalidad del mundo. La apariencia importa, y mucho. Lo ha demostrado así la noticia de que cientos de personas pobres han sido trasladadas a campamentos para evitar que "ensuciasen" la imagen del evento. Otra que da la razón es el robo que se ha producido en el hotel donde se hospeda la selección portuguesa. Y es que dicho hotel se encuentra en medio del campo a 1,5 kilómetros del pueblo más cercano. Si el dinero que han gastado lo utilizaran para dar casa a esas personas que han sido apartadas de sus hogares y a intentar mejorar las vías de comunicación y los medios rurales otro gallo cantaría. Por lo menos tienen Johannesburgo, Ciudad del Cabo, Pretoria, Bloemfontein y Durban, que han progresado y son las ciudades más ricas del país, y seguro del continente.

Partido 3


A pesar de que las eliminatorias iban a Boston, el equipo local no supo aprovechar la ventaja que esto le daba. De no ser porque en el segundo partido, los Lakers se relajaron, poco podrían hacer ahora. Mucho ruido y pocas nueces se podría decir. Boston ha ido superando con notable todas las eliminatorias, volviendo a dar signos de aquellos Playoffs del 2008, pero a la hora del esfuerzo final, flaquean. 
No hace falta decir que tienen buen equipo, pero en los tres partidos de las eliminatorias no demostraron el juego que les había clasificado. Rajon Rondo apareció en el segundo partido para arreglar las cosas, pero en el tercero ni apareció. Confiar en los triples de Ray Allen, a la larga, puede darte una gran ventaja, pero esto es al mejor de siete y en cuatro partidos todo puede haberse acabado. Si Boston no gana en el Garden esta noche, mal que me pese, el anillo irá a Los Ángeles por segunda vez consecutiva.