13 mar 2011

De rizos y escarlata.

Como crear poesía y amar a las nubes que se apostan dispuestas a llovernos, a descargar sus tensiones y emociones sobre nosotros. Estoy dispuesto a buscarte el olor a canela en el pelo, a inundar de frenesí las mejillas del sol, el azafrán molido no sirve de paraguas. Aceptar los mil y un botones que siempre esperan reemplazar a sus rotos o extraviados predecesores, en una camisa naranja que lleva impreso en cada hilo una nota musical. Una foto de familia donde el gato es el protagonista. El estribillo hoy no se quedará a comer.Cubitos de hielo que se deslizan por los toboganes de tu piel, que se derriten al contacto de las sábanas. Nunca saber la verdad sobre si la tierra es completamente esférica. Otra derrota cae sobre mí, es el perro que vuelve a subir, pide carne, no quiere morir. El diablo da las llaves del cielo.
Las del infierno las guarda su mejor amigo, ese con el que siempre va al parque a jugar al fútbol, o al pilla pilla. Qué más da, si es cuando anochece donde se muestra la realidad de los cercos de Inglaterra y las parcelas de Francia. Viejas alianzas que vuelven a aflorar.

No has asimilado nada, justo lo que pretendían, quince anuncios, luego, un drama.




Mientras bailan estas tazas yo preparo el té con pastas.