16 abr 2011

Cuando Ray Charles elija antes la mansión del este que la del oeste.

Milwaukee, 18 de abril de 2009
13:45 PM

-¿Quieres que te ponga una más, cariño? - le dijo Magda con su habitual tono de voz, áspero, desgastado con los años, pero lleno de dulzura, para repartirla entre tantos y tantos que se agolpaban en su bar-heladería cada día.
-No, gracias Magda - respondió Beth haciendo círculos con el dedo sobre la barra - ya es la tercera por hoy, y no tengo más dinero.
-Del dinero no te preocupes, la casa invita.
-De ninguna mane... - Magda le sirvió otra copa de helado antes de que pudiera acabar la frase.
Le dirigió una mirada sugerente a Magda, que le indicaba que no pensaba comerse esa copa de helado.
-Oh vamos cariño, es de arándanos, tu favorito.
Magda no tuvo que insistir dos veces antes de que la primera cucharada acabará en la boca de Beth.


-Sabes Magda, creo que finalmente le voy a tirar la dichosa foto a la cabeza.
-Así se habla cariño.
Se levantó tras limpiarse el sirope de chocolate que le había llegado hasta los mofletes, y salió convencida del bar-heladería, otro viernes más.