11 ene 2011

De cómo la sal le sienta mal a un caracol.

"No es por jorobar, pero hoy estás muy tonto, chaval..."

Cuando te llega el flash, el zumbido, como una flecha que te atraviesa, y notas que una bocanada de aire frío azota sin parar como si su único e imperceptible objetivo es que fueras despedazado hasta que formaras una montaña de virutas en el suelo de baldosas negras, para que luego el viento, te fuera llevando de aquí para allá, que fueras visitando países, no como un turista más, sino disfrutando de una vista aérea, Venecia, Boston, Dublín, Tokio, París... Hasta que cayeras rendido de la paliza que esto conlleva, que viajar tanto te puede producir Jet Lag, y ya ni te cuento la depresión post-vacacional, que es una gran fiesta, es como si cogieras una coctelera y en ella metieses tu cerebro y miles de chinchetas, la agitaras, y después bebieras.

Entonces si quieres, sólo si quieres, puedes darte cuenta de lo que está ocurriendo. Nadie te va a obligar a hacerlo, es simplemente cuestión de que lo aceptes o no. Un tocadiscos seguirá siendo un tocadiscos hasta que lo juntes con un vinilo de los Beatles del 67. Coge un zumo de la nevera, de naranja si quieres, sientate en la butaca, mientras adquieres vitamina C. Ahora enciende la televisión, esa que tienes enfrente, de cuarenta y siete pulgadas por lo menos, con lo que molaban las cuadradas de colores y mala imagen, de las que sólo iba a veces la señal, las que yo directamente vinculo con Seattle y los noventa, Grunge. Y ahora en tu televisión, la grande, la que apenas ves, dime qué programas están poniendo. ¿Alguno te interesa? ¿No? Qué pena.

Desperdiciar es malo, pero todo depende de la cantidad que despilfarres y para qué lo despilfarres. Siempre he pensado que despilfarrar es el verbo cutre de Desperdiciar. Igual que charlar es el verbo cutre de hablar. "Hablando se entiende la gente" no "Charlando se entiende la gente". Si te metes en la ducha, media hora, literal, gastas una cantidad horripilante de agua, de la que se supone que en mil años no sabremos ni qué es. 

-Bonito vestido.
-Es de seda.
-La seda me da repelús.

Hoy te gusta esto, hoy te gusta lo otro, hoy te obsesiona, mañana lo odiarás. Qué bueno es no saber lo que te gusta, y súper divertido, vamos, es lo mejor. Eso de ahora sí, ahora no, el juego al que todos jugamos, en el que se hace girar una botella y tu la sigues donde señale. Mira por donde, hoy ha señalado hacia "Viajes y mundo". Vaya, que casualidad, ahora te gusta viajar y conocer mundo. Que por mucho que se peguen en las películas, todo es mentira. La sangre es tomate, dicen, o tinta, que mancha mucho.

El piano está hecho para gente que tenga los dedos largos, hay que aceptarlo. Si no lo haces, te estás negando a ver la realidad. Pero ¿quién ha dicho que no se pueda vencer a esa realidad? Que yo sepa Mozart, teniendo todos los dedos en su respectivo lugar, usó la nariz. Claro que, Mozart era un genio, pero como a todos los genios, se los lleva el viento y con el tiempo se olvidan sus hazañas. ¿Quién se acuerda de Hannibal, el único hombre que casi consigue vencer a los romanos hace miles de años? Casi nadie, sólo los que están interesados en el tema, que serán a los que les toque hacer un trabajo sobre él para clase.

El interés humano siempre se me ha escapado, ¿quién va a ser capaz de poner a millones de personas que comparten patria de acuerdo? Pues Obama no puede ser, y tampoco Jesucristo. Si algún día los robots acaban por conquistar el mundo, seguro que no se pelearán y se lo repartirán de una manera perfecta. Hay una rata escondiéndose en casa, se llama tensión y no deja estar las cosas tranquilas, en cuanto una conversación va hacia lugares insospechados y se convierte en discusión, cuando esta finaliza, aparece la rata y lo deja todo impregnado de aspereza y todo bien estirado, maldita tensión.

-¿No te gustaría ir a Siberia?
-En Siberia hace frío.
-¿Y si estoy yo para abrazarte?
-Seguirá haciendo frío.

Pop. Se esfumó lo bonito, y ha llegado la explosión hippie. Viva la paz, viva el amor, fuma esto que está rico, bebe de esto que está aún mejor.
Un festival de rock a las afueras de la ciudad, en medio del campo, y vuelve a aparecer la rata. Hala, pelea. No, si están peleando por la paz y el amor.

Si has pensado alguna vez en los demás, ha sido de soslayo y por casualidad, niño americano gordo. Mírate el ombligo, no te quedan pelotillas que quitarte mientras estás tirado en el sofá engullendo donuts y galletas a todas horas. Levántate y verás como has dejado la forma de tu culo y todo. Deja de pulsar teclas, deja de pasar de un nivel a otro, deja de mirar hacia abajo, que te va a doler el cuello.

Nada, víctimas de la improvisación, es comparable a llegar a casa un jueves, cansado, pero cansado de verdad, y poder dormir un rato, minutos, que más da, lo importante es poder hacerlo.

Que mal me sientan los martes.