5 ene 2011

De canciones infantiles y otras cosas similares.

Para poder encontrar la salida de un laberinto y respirar aire, a la vez que en tu pensamiento se forma la idea de que lo has conseguido, tienes que haber entrado en él, haberte perdido, desesperado, enrabietado, tienes que haber sufrido. Porque entonces el laberinto no habría servido para nada, y tendrías que haber retrocedido, y haber vuelto a pasar por él: del laberinto al treinta, se dice en la oca.

Nadie dijo nunca que era difícil hacer una rima, pero dos seguidas y en un cierto orden ya salta a la vista la pequeña dificultad que no tardan en salvar y dejar atrás aquellos que de verdad saben jugar con ellas y darles forma.

Tocar el piano no es cosa de dos dedos y siete notas repetidas en sus diferentes tonos.

Caminar solo, te ayuda a soportar los problemas. Aprender a escuchar una canción te los soluciona. Siempre es importante saber sintetizar, analizar, extraer las ideas, ejecutarlas, todas esas cosas que nadie se toma en cuenta, un pequeño protocolo de "primero-piensa-luego-actúa" que pocas veces se cumple. Y ahí está el progreso, que tampoco nadie ha dicho que sea hacia mejor.

Sobrevivir es una parte importante de la vida de los animales. También la nuestra. ¿O acaso no mataríamos por conservar nuestra valiosa vida? Claro que algunos prefieren tomársela a cachondeo.

Dicen que leer te ayuda a pensar, pues viva la prensa deportiva y sus exageraciones. Viva también la televisión y las ideas que nos meten en la cabeza. En cambio, la radio sólo busca la comunicación, el entretenimiento. Si, la televisión lo mismo, pero con un objetivo más que es el de hacer que te creas todo lo que te cuentan. La prensa deportiva lo mismo, pero más exagerado aún, cayendo en su propia trampa.

Criticar es fácil, ser criticado es duro.