24 nov 2010

De cómo ahondar en explicaciones lógicas.

De una manera u otra, lo había logrado. Y si no hubiera sido por su amigo, no lo habría conseguido. le animó, le empujó, le ayudó, fue como el segundo de a bordo de la empresa que a continuación conseguiría realizar. No se trataba de un simple control, para nada. Conseguir el título de aviador era considerado como un sueño para él, y lo había alcanzado. Sus conversaciones con su amigo le habían liberado en los momentos más arduos de la tarea, del estudio. Cuando salían bloqueaba sus preocupaciones, impidiéndolas ahondar en su mente, débil por nacimiento, o eso consideraban sus padres. No quiere decir esto, que el muchacho fuera tonto, sino que no tenía mucha fuerza mental, y los problemas le ganaban pulsos fácilmente.
No obstante, cualquier cosa que pudiera abstraerlo algo de aquella tarea valía la pena, pensaba su amigo.
Y así fue. Despejaba su mente, se divertía, sin olvidar del todo que parte de su concentración tenía que estar vinculada al examen teórico. El práctico ya sería otra historia, pero estaba seguro de que podría hacerlo.
Aunque siempre había tenido una confianza casi nula en sí mismo, ahora comenzaba  a creerse que podía, así sin más, que podía. El apoyo prestado por su familia, su chica y su mejor amigo significó un empujón moral y la medicina perfecta para que las horas de estudio diurnas y nocturnas no mellaran su voluntad y le animaran a dejarlo, a realizar esa acción tan temida llamada abandono que significaba el fracaso más absoluto, sin ni siquiera llegar a la categoría de intento.
Y llegó con los conceptos claros, con la mente despejada, pero ocupada por un sinfín de posibles respuestas a las temidas preguntas del examen. Fue como cuando le quitaron un diente a los cinco años, con anestesia, ni se enteró. Las respuestas enviadas por el cerebro llegaban rápidamente a su mano, que se deslizaba, danzando en el folio. 
-¡Un nueve, por dios! - exclamó su amigo. 
-Todavía pienso que podría haber logrado más nota.- le contestó.
-Espero que algún día pueda volar en un avión pilotado por ti.
-Y yo.